Y...hoy es miel

Me he preguntado: ¿ Y qué sabor tiene el amor?

En esta tarde otoñal, los minutos y las horas pasan como si el tiempo se hubiera detenido en su góndola viajera ,para hacer una pausa y dejarme aprovecharlo como si no existiera.

Escucho el cantar aterciopelado de los pájaros, acomodando sus nidos para la nueva estación.
Cada uno ensalzando sus plumajes como mostrando su mejor ropaje para enamorar a sus hembras.

Siento tanta dulzura tatuada en cada rincón de la casa , que temo que por descuido las obreras irrumpan por las ventanas, tratando de llevarse los mayores trozos de dulzor a su reina, y así fabricar una miel especial, una miel creada por la sola estancia de tu presencia y la mía.

Puedo oír tu música desde la terraza , repleta de esas suaves melodías, compuestas con las más delicadas notas que surgen de tu alma.
Te siento con el corazón rebosante de alegría y me miras con esos ojos que me embriagan hasta perder la razón , haciéndome bailar a través de los cromáticos abanicos, creados para mí, desde tu soñadora y total locura.

Como brillan mis ojos al verte tan maravillado por estar juntos .
Y eso es el amor te digo; enloquecer, delirar, brillar ,anestesiarse con las caricias robadas y temerosas; fundirse en la más ardiente fogata de sentimientos, completando la luna con sólo juntar nuestros labios.

Siento como el arroyo de tu sangre se desborda, produciendo cantos de agua tan melódicos, que hasta el viento acompaña con su acompasado silbido, que estremece de candidez hasta los corazones más lejanos y fríos.

Pronuncio plegarias en alabanza por la desbordante ternura que nos provocamos y creo una canción en gratitud a las palabras que emites de tu bendita boca.

Puedo leer de tus cristalinos faroles, todo lo que dicen tus oscuras pupilas, se lo que me cuentan, aunque no me hablen y también me hacen conocer , lo que callan de ti, mientras el mundo entero sigue su rumbo insomne, dejando que el sol se duerma abrazado a la luna , como yo abrazada a tu pecho.

Todo es miel, todo se funde como almíbar al mirarnos y tomar nuestras manos.
Te miro como a un niño necesitado de cariño, por mientras que el crepúsculo cae , creando con sus sombras paraísos perdidos que nos rodean ,provocando perdernos en ellos y así disfrutar y comernos esta miel a pedazos.

Que intenso silencio se ha creado, que sólo las sonatas de nuestros corazones llenan los espacios.
Y es ahora cuando no quiero que llegue el día, pues me siento tan cerca de ti, tan pegada a tu perfumada piel que descubro que puedo ir contigo al lugar más escondido; ser invisible para oír tu respirar y posarme sutilmente en tu cuerpo , como lo haría una mariposa.

La noche como testigo y las estrellas como luciérnagas que nos revolotean y nos alumbran con su luz; la luna como un hada ,pulcra y blanca nos regala su mejor sonrisa y nos cubre con su manto, para que debajo de él, nadie nos encuentre , para que nos abriguemos y fundamos nuestras esencias al disfrutarnos.

No quiero que nadie nos cure, no quiero que nadie nos salve, no quiero que nadie nos condene con su trémula conciencia.
Sólo quiero amanecer acunados bajo el manto de la luna, llenos de algarabía y cubiertos de la dulcísima y pura miel que elaboramos con los sudores más sublimes que nos hicieron convertirnos en obreros del amor.

...y la tarde se hizo noche y la noche se hizo día ...un día bañado, de la más dulce miel.