Una ausencia, un dolor, un duelo inagotable


“Se ha ido una luz y ha nacido una estrella en el Cielo, estoy segura”

Agualuna

Los pensamientos se entre cortan en mi cabeza en estos momentos, no se cómo empezar ya que el dolor hace unos pocos días mis queridos amigos, ha enmarañado a mi corazón y al de toda mi familia, ante una pérdida irreemplazable.

Hoy, estoy de luto.
Hace unos días dejó de existir una luz muy importante en mi vida. Un apoyo, un refugio, un dulzor...un ángel.

Se apagó la luz de mi adorada Biankita, mi perrita confidente, fiel, querendona como ella sola, una compañía que nadie podrá ocupar.

Y justamente este jueves que ya será mi cumpleaños, no podrá estar conmigo tan feliz como lo hizo por más de diez años, saltando y haciendo sus gracias al escuchar el “Cumpleaños feliz, cum...... y al jugar con los globos que le lanzaba.Se ponía tan contenta...
Es muy duro todo esto.

He querido hacerle este homenaje, pues significó y significará un incentivo muy grande, un ser muy valioso en mi vida.

Los amigos que poseen una mascota, entenderán posiblemente el dolor tan grande que deja cuando ya no está.

Entenderán que dan tanto a cambio de tan poco. Dan una fidelidad incondicional. Dan un amor sin reclamos y sin límites.

Dan pureza, enseñanza y los valores más genuinos que el hombre debería aprender de ellos.
Si tal vez, nos dejáramos enseñar un poco por estos seres, de seguro que el mundo sería otra cosa.

A Biankita la adoptéde 2 meses de edad, un día de enero de 1998, en el cual apenas ingresó al hogar, se supo ganar el amor de toda la familia por su especial forma de mirar y de dejarse regalonear.

Era realmente una perrita muy peculiar, terriblemente juguetona, de carácter muy alegre, amorosa, mimosa, inteligente como ninguna. Inquieta, despierta, muy dormilona ,acostumbrada al contacto humano y por sobre todo muy fiel, cariñosa y preocupada por todos sus amos, sobre todo con su mamá , es decir yo.

Tal vez su origen, mestiza de Labrador Retriever, hizo que su forma de ser fuera tan especial, única, casi como un humano más...una compañía sin igual, de verdad se los digo, no me lo imagino , fue así.
Fue un gran apoyo para mi y familia en momentos muy críticos, los cuales por instinto ella entendía muy bien.

En momentos de dolor tan intensos que ùtimamente me ha tocado pasar, porque ha sido golpe tras golpe, abandono tras abandono.



No me puede dejar de doler su agonía y su fin tan rápido; ya en una semana estaba casi agónica y casi descompensada.
Fue muy fuerte observarla así, después de verla semanas atrás tan juguetona y llena de vida.

No se merecía un final tan cruel, tal vez si se hubiera quedado dormida solamente, no hubiera sufrido tanto.
Pero tampoco soy y somos partidarios de la Eutanasia, ya que la vida no tenemos derecho a quitarla, ni al ser más pequeño.
Sòlo si se hubiera quedado dormida, naturalmente.

Hicimos todo lo que estuvo en nuestras manos para salvarla, pero Jesús quiso otra cosa; Èl sabe lo que hace.

Amigos queridos, es insoportable esto que siento y me entristece tener que escribir este post.
Lo hubiera hecho hace dos días, pero no podía coordinar , ni tenía cabeza para escribir, sólo un dolor frío que aun oprime mi corazón.

Sólo me queda decir, que esto que siento hoy, no se pasará luego, tal vez en mucho tiempo, no dejaré de sentir el vacío en toda la casa, porque en cada rincón que miro , hay algo de ella, hasta su olor.

Su entierro fue hermoso, y su viaje a la luz en sus últimos momentos, fue algo impresionante, como si hubiera dicho “adiós, siempre los quise mucho”.

Lo que quizás me da una calma, es que le di y le dimos todo el amor del mundo, que la quise y la amo con toda el alma. Le di toda la comprensión y todo el respeto que se merecía, porque los animales tienen derecho a ser respetados.
Jamás le causé dolor, con un golpe.
Y porque fue una perrita feliz, mi compañera, mi alegría, mi fortaleza muchas veces en que estuve mal, compartiendo mis alegrías y mis penas.

Me he quedado muy sola, porque el amor entre ambas era algo muy lindo y sin igual.
Sólo me queda el consuelo de mi familia, aunque de igual manera no suple lo que siento.

Ya descansa al fin de su agonía y pido al Cielo, para que desde allá, sea más feliz aun.

...Biankita adorada, me harás muchísima falta, lo se, pero se también que en donde estás me ayudarás a calmar este grandísimo dolor y me darás nuevamente esa luz tan hermosa que sólo tú podías entregar, porque nunca te gustó que yo estuviera triste, mi preciosura.

Adiós mi niña hermosa, perrita de mis ojos, gracias por todo lo que me entregaste que fue muchísimo , por todo lo que me enseñaste.
Fuiste un ser maravilloso!!!
Te tendré en mi alma por todo lo que me reste de vida...Que Dios te guarde Biankita...algo muy grande de mi, se va contigo tambièn.


Agualuna


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