Sueño entre caracolas



¿Y si pudiera eternamente descansar entre ellas?


En esta tarde de pasividad, el mar se ha hecho caracolas entre mis manos.
Y las playas dormidas en el silencio elevan sueños de nácar, entre arenas para parecerse a ellas.

Me mimetizo con el horizonte, para trasladarme a ese mar inagotable de oleajes cadenciosos, en donde las brisas de rocío, impregnan todos mis sentidos de éteres marinos.

Me desvanezco, floto y me sumerjo al oscurecerse la bóveda estrellada, en ese fondo marino que destila perlas de azulados colores.

¡¡Cuántas miradas de cristal me observan escondidas!! ¡¡Cuántas existencias cuidan mis sueños!!
Son bellísimas, rozantes, esquivas; llenas de vida.

Adormilada ante tanta sublimidad, puedo escuchar en la distancia, el rumor de las olas y en sus voces, los cantos que me arrullan suplicando que no me vaya.

Algas que me peinan con sus brazos lánguidos que danzan enredàndose en mi pelo, construyendo rizos de sal, al compás de las melodías que susurran los arco iris de caracolas.

Sólo la paz es la anfitriona de estos reinos tan poco conocidos por la humanidad.

No quisiera despertar a la mañana, en donde se amalgama el cielo y el mar con sus matices de luz.
Sin embargo, debo iniciar mi partida y tomar esos veleros que migran en los confines, para anclar en la orilla de donde me marché.

Correr al encuentro con el sol , abrazarlo en las dunas y rodar en la arena bañada de espuma, para pedirle al Cielo una vez más que pueda reanudar mis sueños entre caracolas.

Porque seré agua, seré rivera, seré viento, seré rumor... porque mi origen es el mar, porque mi esencia me llama.

Agualuna

No comments:

Post a Comment

Followers

Pageviews Last 7 Days