“Volver”

"Despertar de un largo sueño, abrir los ojos a una nueva luz para rescatar lo que un día perdí"

El viento del Atlántico, ha refrescado mi piel y con él he renacido a lo que tanto fui.
Esa mujer enamorada de las cosas simples, de la naturaleza y del amor, que se acongojaba con la frialdad de la desesperanza.

La que se había marchado en medio de las borrascas y torbellinos de su propia existencia; la que se había olvidado de lo que era reír, aspirando y exalando el aire hasta ahogar sus pulmones.

He aquí volviendo a ser yo, volviendo a sentir como vibra mi cuerpo ante la magnificencia de la vida, con la mirada prendida como un farol en busca de todas las sombras para convertirlas en luz.

Levantando la frente y mirando el horizonte plagado de alboradas, atardeceres y noches en las que me balanceo avivando cada sentimiento que había guardado hasta el momento de “volver”.

Sobre el tiempo de mi regreso, he abierto mis alas para volar y recorrer sobre el océano de mis pensamientos cada isla de mi mente y bañarme en sus aguas, jugando con las caracolas que emergen, para luego limpiar los escombros que dejaron mis estados más antagónicos.

Ha regresado mi esencia, esa que me pedía a gritos despertar de mi letargo y que mis oídos no podîan escuchar ni descifrar su mensaje.

Desganada ante la posibilidad de cambiar mi rumbo y ver con fe , cada posibilidad de salvar mi veleta.

Como escucho extasiada a las aves de invierno cantar, llamando a la primavera, pronóstico de días bañados en rayos como el oro y de los más exquisitos perfumes.

Como veo las nubes pasar y abrirse a los brazos del sol que las separa para entibiar suavemente la tierra humedecida.

He cerrado mis maletas para irme y reencontrarme con mi mundo de agua, en donde la brisa del Pacífico, me rodea con sus suaves velos, jubilosa de verme llegar al lugar de donde me perdí un día y de donde pertenezco por esencia.

La vida me llama a vivirla de otra manera , a disfrutar de cada segundo que me regala, aconsejándome con sus sabias palabras y acariciándome con sus delicados susurros.

Acogiéndome con su sonrisa de azúcar, para esparcirla endulzando cada lugar hacia donde sea mi misión llegar.
Disfrutando de las cosas simples, de los pequeños detalles, de lo que hace Reina al alma.

No alcanzo a describir lo que siento hoy....es infinito , casi no tengo palabras porque me embarga el interior y me emociono de sólo sentirlo, pues las sensaciones de tranquilidad, alegría, positivismo, esperanza y la dicha de amar, me mojan como ese oleaje que me conduce con su suavidad a la orilla de mis dichas olvidadas.

Creo en lo que quiero, creo en lo que amo, creo en lo que puedo, creo en lo que siento y por ende me abro como flor ante las gotas de la paciencia y la esperanza, que son las únicas fortalezas para construir lo que quiero ser y lo que anhelo compartir.

Tengo tanto por vivir aún, tengo tanto que agradecer hoy a la vida y en especial a ese hombre que mueve mi corazón y que en un momento de confusión, despejó la bruma que cubría mi cuerpo de mármol.

Veo las mariposas que todavía buscan algún indicio de miel en las nuevas flores que han nacido en mi cuerpo con sus colores en terciopelo.

Hoy no puedo renunciar a la felicidad de existir en este mundo y de ser eternamente la misma mujer que bailaba entre las flores,romántica, alegre y soñadora, que regresó para dar lo mejor de sí, conducida por las cálidas corrientes de su propio océano.

Y hoy en la pasividad de mi espîritu, he comenzado a “volver”.

Agualuna