La naturaleza, revive las ganas de tenerte cerca
Inmensa es la tranquilidad que evoca este paraíso, en donde el recuerdo de tu presencia , me mimetiza mágicamente con la tierra misma donde te espero.
Déjame ser el comienzo de tu día, ese sol luminoso para darte el más cálido de los besos y arroparte entre mis rayos.
No, no temas mi amado , pues no voy a quemarte , ya que el calor que de ellos emana, es sólo la energía pura para reconfortarte y abrigarte cuando el invierno invada tu nido.
No me niegues la posibilidad de ser la brisa, esa que te despeina y roza tu piel de canela, la que te refresca en las tardes de tranquilidad, pues quiero envolverte en mis brazos para que sientas la frescura y te incite al placer más natural.
Déjame ser la hierba que nace de tus jardines, para que al regresar cansado , te recuestes en mí , mirando al infinito.
Y deja que mientras mis verdes amarras te aten suavemente para hacerte sentir, todo lo que tanto añoraste.
Oh, mi amor querido! como no dejar de amarte , así con la fuerza de la naturaleza, pues me has convertido en la dulzura de la miel, la fragancia de las rosas, la libertad de las aves , el ímpetu y la desbocada pasión del océano que moja tus pies de espuma.
Déjame ser las hojas del otoño para que tapicen tu alcoba y tiñan de los más bellos colores tus frazadas , sintiendo que estoy contigo cuando duermes, aunque esté lejos en la distancia.
Déjame darte la calma , con la pasividad de mis cristalinas aguas, pues hoy la magia me ha convertido en naturaleza para tenerte y amarte de las maneras más diversas pues te añoro con el alma.
Déjame ser tu todo y olvide que un día fui casi la nada , mas tu amor me ha elevado a los confines más sagrados.
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