"Hay momentos y momentos, pero hoy es Nuestro momento"
Muy a menudo nos ocurre para esta fecha, que las palabras se nos esconden en la boca y no nos dejan comunicar todo lo que estamos viviendo y sintiendo.
La Navidad, nos hipnotiza con su hechizo, logrando en variadas ocasiones caer bajo su influencia tan mágica y hermosa, por lo que las palabras nos sobran, no las necesitamos, basta con sentir, amar, emocionarnos, compartir, agradecer , abrazarnos y vivir.
Hasta que llega un momento en que deseamos hablar, ya sea interiormente, hablando con nuestro yo, con nuestra parte más íntima: nuestra conciencia. O bien, para hablarles a los demás y contarles como podamos, nuestra emoción y todo lo que deseamos decirles.
Por fin le otorgamos a la música las notas para que se escuche y explicar o explicarnos, qué nos produce la Navidad.
Y esto es simplemente porque Navidad, es un tiempo real para juntarnos en familia, para acercarnos a aquellos que algunas veces olvidamos.
Un tiempo para “limpiarnos” de rencores, mentiras, malos o equivocados pensamientos y un tiempo principalmente para Perdonar y recomenzar.
Eso es Navidad, nos hace diferentes y saca lo más sincero de nosotros, porque nos conduce al bien.
Aparecen los momentos en que meditamos, escribimos, leemos, conversamos...
Pues no podemos envolver o transformar los sentimientos en palabras, porque ellos verdaderamente no se dejan.
Son mejor dicho, los sentimientos los que envuelven a las palabras, escribiéndolas o hablándolas.
No es sólo un momento, no es sólo un tiempo de Invierno o un tiempo de Verano, no, sino un estado del espíritu y de la mente que comienzan a armonizarse.
Estamos conscientes de que es el momento indicado para unirnos con quienes más queremos y unirnos también a quienes por diferentes motivos, nos hemos distanciado.
Tomar el valor de la Paz, la Generosidad, la Solidaridad y el Perdón, es vivir con el corazón la Navidad.
Y veremos como nos sentiremos mejor, y nuestro compartir será como la primera vez, alegres, sinceros y serenos primero con nosotros mismos, con nuestro interior y luego con los que amamos y queremos.
Por todo esto, siempre debemos de agradecer en todos los sentidos los buenos momentos y todo lo que tenemos aunque sea poquito.
No importa si habrá un regalo bajo el árbol, una tarjeta con buenos deseos o una cena exquisita y abundante, lo que importa realmente es mirar a nuestro alrededor y sentir que eso no es indispensable, sino estar en paz con uno mismo y con todos.
Tener esperanzas, ante las dificultades y los momentos duros que nos toca pasar.
Darnos cada día que nos levantamos, una ilusión , un chance en la vida, pensando que tal vez ese día será mucho mejor que ayer y que el día de mañana será mucho mejor que el hoy.
Y lo más importante, sentirnos felices con lo que vivimos aunque no sea tan bueno a veces, pero que nos sirve para crecer y madurar, para lograr ser mejores personas con todas las personas. Para entenderlas, para apoyarlas no importa si son conocidas o no, no importa, y de esta manera agradecer también la vida, la familia, los amigos, los hijos, los padres y a quién comparte nuestra vida y nuestro corazón.
Todo esto es Navidad, el verdadero motivo de su dulce y maravillosa llegada.
Con todo mi afecto mis queridos amigos y amigas, les deseo que cuando llegue esa noche, agradezcan por esa Luz renovada que nos estará cubriendo, logrando la armonía y la tranquilidad que tan bien nos viene.
Gracias a todos y a todas, por compartir momentos buenos y malos y por todo el cariño brindado.
Que el Niño Jesús los bendiga siempre.
¡¡Feliz Navidad amigos !!
¡¡Feliz Navidad a ese ser especial que amo, que llena parte de mi vida y llevo prendido siempre en mi corazón desde la distancia!!
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